ALFREDO GÓMEZ CERDÁ EN NUESTRA BIBLIOTECA DEL IES EL PALMERAL Y EN EL TEATRO REGIO CON NUESTROS ALUMNOS.

Esta mañana, nuestras alumnas y nuestros alumnos de 2º de ESO saboreaban ya el encuentro tan esperado con el autor de dos de sus lecturas, Sin máscara y El laberinto de piedra, ambas del afamado autor madrileño Alfredo Gómez Cerdá.

La editorial BRUÑO y su representante, Alicia Romero, tuvieron la deferencia de traer hasta nuestra biblioteca primero, y al teatro Regio de Vera después, a este escritor que vive, como ya sabíamos, por y para la literatura; lo que los más desconocíamos era su carácter abierto y su tono afable y cercano que cautivaron enseguida a nuestro alumnado.

A pesar de estar el auditorio, de más de 130 alumnos, integrado por jóvenes de trece años, el silencio, la atención y la sincera devoción con que siguieron al autor nos hicieron sentir dignos y orgullosos del trabajo que realizan junto a nosotros, sus profesores de lengua y de apoyo a la comprensión lectora. Isabel Sáez, Socorro López, Toni Martínez y yo mismo, disfrutamos como niños contemplando su ansiedad y excitación iniciales, más tarde, su expectación y compromiso lector, acribillando a Alfredo con sus preguntas, y un desparpajo y naturalidad educada y fresca, al final, que enamoraron, con razón, al autor y a la representante de la editorial.

Enhorabuena a todos, le estamos especialmente agradecidos a Alfredo, por su exhibición de inteligencia en el aspecto literario, y de sensibilidad y simpatía en el aspecto pedagógico y humano.

Durante el principio de su exposición, Gómez Cerdá fue deshojando una a una vivencias y recuerdos de un joven Alfredo, lector de tebeos y pasajero de autobuses en busca de alejadas bibliotecas, de un Alfredo de extracción humilde con una inclinación innata a la creatividad y a la transformación de cualquier anécdota de la vida cotidiana de aquel joven estudiante de Carabanchel. Destacó el papel decisivo de las bibliotecas y de los lectores, poniendo de relieve los vínculos intelectuales y afectivos que nacen entre ellos, las historias que leen y comparten y la misma vida personal que acaban transformando. Observó que había encontrado en nuestra biblioteca una de sus primeras obras publicadas, hace ahora 25 años, y nos habló también de sus primeros pasos como dramaturgo, animando a nuestros jóvenes a leer la obra de Antonio Martínez Ballesteros, que tenemos para el siguiente trimestre y que él también tiene entre sus preferencias lectoras.

Nos ha recordado a todos la importancia de la lectura para vivir, y para aprender, y para enseñar a vivir. Gracias Alfredo, de éstos, todos tus alumnos, del IES El Palmeral. Hasta pronto.

Unas fotillos de mediana calidad nos servirán de recuerdo.