lunes, diciembre 14, 2009

1º Bachillerato. EL LAZARILLO DE TORMES

Lazarillo de Tormes

 El Lazarillo de Tormes es una obra anónima cuya publicación a mediados de siglo supone una gran novedad en la narrativa española. Su intención crítica y algunas de las ideas expresadas en sus páginas hacen pensar que quizá su autor fuera un erasmista o un judío converso.

Estructura y argumento
La estructura externa de la novela se articula en torno a siete «tratados» o capítulos en los que el propio Lázaro, en forma de carta autobiográfica, narra sus andanzas a una persona a la que él llama «Vuestra Merced» y que quiere conocer su vida. Estos capítulos van precedidos por un prólogo en el que el protagonista explica las razones que le llevan a escribir su historia. Así, la narración que se realiza es retrospectiva. Lázaro, ya adulto, cuenta al destinatario de la carta cómo, siendo niño, es entregado por su madre a un mendigo ciego para que le sirva como mozo; con él aprende a valerse por sí mismo y a ser astuto. Pasa después al servicio de un clérigo avaro, con el que padece gran hambre. Su siguiente amo es un escudero arruinado y orgulloso, al que el pícaro tiene que alimentar.
El protagonista
Lázaro presenta unos antecedentes familiares marginales propios del pícaro: su padre era ladrón y su madre mantiene relaciones ilícitas. Su precaria situación social lo lleva a ganarse la vida sirviendo a diversos amos a cambio de comida y protección. A medida que el relato avanza, Lázaro abandona su inocencia inicial y comprende que los escrúpulos morales no le dan de comer; su prioridad es alcanzar una posición social cómoda y el engaño es el mejor medio que encuentra para prosperar.
El Lazarillo: novela moderna y realista
El Lazarillo constituye una de las obras clave en la formación de lo que conocemos como novela moderna: en ella, los personajes manifiestan una clara evolución psicológica, las acciones se presentan con coherencia y el relato es una fuente de reflexión sobre el mundo y el ser humano.
Pero, además, con esta obra se inaugura en España, y en toda Europa, la novela realista. El realismo se percibe en el tratamiento de cada uno de los elementos de la narración: en la acción, en los personajes, en el tiempo y en los espacios. La novela rechaza la evasión y acoge en ella los problemas de su época, se sitúa en la Historia con relativa precisión y se ambienta en lugares reconocibles. Por último, adopta un lenguaje espontáneo, alejado de la expresión artificiosa de parte de la narrativa de su tiempo. La amarga realidad se retrata a través del humor y de la ironía.
Interpretación
El Lazarillo se ha entendido como una obra en la que se desarrolla una profunda crítica social; por una parte, existe una denuncia de la pobreza. Esta atención hacia el miserable va acompañada por una censura de la actitud de las clases poderosas, representadas por los diversos amos del protagonista. La obra supone, especialmente, una muestra de la corrupción del clero, que no actúa según la doctrina y las normas morales. Así también, es significativa la denuncia de la obsesión por aparentar y del materialismo.
En el Lazarillo, el cambio de estado y de situación del protagonista parece expresar la naturaleza inestable de la vida humana, sometida continuamente a los caprichos de la fortuna. En la obra se suceden a menudo variaciones de todo tipo (de lugar, de momento y de estado) que reflejan esta inseguridad.
La obra presenta también una concepción pesimista de las relaciones humanas, que se apoyan en el engaño. No solo Lázaro emplea la mentira y la falsedad en la obra: el cura de Maqueda tiene una actitud cínica, el arruinado escudero se esfuerza por aparentar una situación económica favorable, el buldero finge milagros, el arcipreste intenta engañar a Lázaro, etc. El hombre se desenvuelve en una existencia sin amistad ni valores.

La novela picaresca: características generales

En 1554 se publica la Vida de Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades. Con esta obra surge un nuevo género, la novela picaresca, que se caracteriza por los siguientes rasgos:
  • Su protagonista es un pícaro, es decir, un personaje marginal, de baja extracción social, que desde muy joven se gana la vida trabajando como mozo de muchos amos. Las obras se desarrollan en torno a la figura de este personaje, que se ve obligado a sobrevivir en un difícil mundo mediante su ingenio. El hambre guía las acciones del pícaro y le obliga a desarrollar su inteligencia práctica y a ejecutar diversos engaños. En el cambio de un amo a otro, estas novelas introducen nuevas aventuras y personajes, así como distintas ambientaciones o espacios.
  • La narración está hecha en primera persona, desde el punto de vista del pícaro, como si de una autobiografía se tratara, y se presenta en forma epistolar. La autobiografía deriva de la propia condición social del protagonista. A diferencia de los héroes, cuyas acciones ejemplares son dignas de ser escritas por otros y de formar parte de la Historia, el pícaro es un ser que pertenece al ámbito de lo ordinario y de lo cotidiano. Sus acciones están muy lejos de ser gestas y, por lo tanto, el protagonista es el único interesado en narrar su existencia, a menudo teñida de episodios deshonestos. La novela picaresca no se centra en el retrato de las grandes figuras de la Historia (reyes, emperadores, héroes) ni en la descripción de los conflictos épicos, sino en personajes anónimos que luchan contra sus propias circunstancias vitales.
  • La obra se escribe desde un momento clave de la trayectoria del pícaro. Y todos los episodios se dirigen a explicar las circunstancias del pícaro hasta llegar a ese instante.
  • Las aventuras y desventuras del pícaro nos permiten conocer los aspectos más crudos de la existencia. Los hechos se narran con realismo: la acción transcurre en tiempos y lugares concretos y el lenguaje empleado es llano y vulgar, para dar mayor verosimilitud al relato.

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