Una mañana de este mes de marzo, nuestro centro acogió a tres personajes que ya han marcado la vida de nuestros alumnos. Se trata de tres personas vinculadas al deporte más puro y más noble de cuantos existen, el atletismo. Con mucho cariño y con total desinterés, quitándole tiempo a sus familias, y desplazándose de forma gratuita hasta nuestro centro, estos tres seres ejemplares prepararon una charla sobre una de nuestras lecturas, El oro de los dioses, y sobre su tema principal, el atletismo y la vida. Fue una charla que sirvió para ejemplificar , para dejar patente, que la lectura y el deporte son dos de las experiencias de la vida que más merecen ser vividas, y que dejan en nosotros, en nuestra alma y en nuestros sentidos, una huella indeleble de haber sido tocados por la etérea aura de los dioses.
Esos tres atletas son: Eleonora Diatchenko, a la que muchos veratenses le debemos nuestra primera atracción y enamoramiento por este deporte. Su formación en su país, Rusia, como atleta de primer nivel con los mejores especialistas de la URSS durante la década de los 80, y su altísima calidad humana, hace de ella un ejemplo a seguir. Eleonora fue, y volverá a ser, la primera entrenadora de nuestra escuela de Vera, y es también madre de una de nuestras alumnas, y componente activa de nuestra AMPA.
Juan Luis López Anaya, es nuestro máximo referente docente del atletismo de competición en España, y de la educación física en general; lleva en nuestro centro seis años y ha sido un atleta y entrenador de atletismo vocacional porque ama este deporte.
Juan Gatón Camacho es nuestra estrella, él es la prueba en carne y hueso de lo que un deporte como este hace de los jóvenes, de los andaluces normales que luchan por convertirse, simplemente, y a base de esfuerzo y tesón, en representantes de la pugna por la perfección, de la defensa de los ideales humanos más nobles, y de su concreción física en el Más alto, Más fuerte, Más rápido, que todos deseamos para nuestros hijos, para nuestros alumnos y para nuestros vecinos de Vera.
Los tres son ya, aparte de sus laureles y éxitos deportivos, que son muchos, un ideal de deportistas y seres humanos que se ponen a prueba ante todo desafío que el aprendizaje y el destino les ha ido planteando a lo largo de sus hermosas vidas.
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